Hace unos 5 años se comenzó a hablar del gerente
coach, término que define un hacer diferente de quien tiene a cargo
un área funcional de una organización. Al gerente tradicional se le asocia con una
gestión experta en el ámbito técnico de su especialidad y con una operación
basada en planificar, dirigir y controlar.
Las empresas cuentan hoy con variadas y eficaces
herramientas provenientes del ámbito tecnológico para desarrollar aquello que
han definido hacer, sin duda este ha sido el impulsor de progreso en muchas
organizaciones y la fuente de parte de sus ventajas competitivas,
obviamente estos avances han sido un respaldo relevante al trabajo
que desarrolla cualquier gerente, sin embargo la suma de competencias técnicas,
tecnología y el hacer del gerente basado en el planificar, dirigir y
controlar ha demostrado ser insuficiente para lograr un desarrollo
que lleve al equipo de trabajo más allá de lo que tradicionalmente les ha sido
posible.
Una empresa puede operar con menor tecnología y
puede operar bajo una dirección técnica poco competente y claro se
volverá, probablemente, menos eficiente y perderá competitividad, sin
embargo y a pesar de esto puede seguir funcionano. Sin embargo lo que una
empresa no puede dejar de hacer ya que con ello amenaza su existencia en forma
inmediata es dejar de conversar y con ello dejar de diseñar y coordinar
acciones.
Conversar es lo que inadvertidamente,
transparentemente para muchos, hacen las empresas todos los días y
todo el día y tener competencias para intervenir con eficacia en ese ámbito es
lo que llamamos gerente coach. No hablo de un gerente con las
competencias de un coach profesional, hablo de un gerente que ha logrado
desarrollar ciertas competencias de un coach. Competencias que le permiten
expandir posibilidades, para él y para el equipo, a través de intervenciones
(conversaciones generativas y
acciones) generadoras de “nuevas realidades”.
Para entender de mejor forma el concepto de
gerente coach y su intervención en "el espacio de lo posible de un equipo"
podemos ver la siguiente figura.
A continuación introducimos la variable del líder y su
interacción con este equipo. Esta acción produce unos determinados resultados, digamos
que esos resultados caen en el espacio considerado como “normal esperado”
por la organización.
Lo habitual es que la operación del equipo
logra capturar una parte, a veces pequeña, de lo que es posible.
habitualmente es el propio líder el que cercado por sus creencias,
interpretaciones y el tipo de observador que está siendo reduce el
espacio de lo posible para él y como consecuencia para el equipo.
El fenómeno Bielsa (entrenador de futbol) es un
claro caso en el que un mismo equipo (selección chilena de futbol) logra
resultados muy superiores a partir de la intervención de su líder. ¿Qué hizo
distinto ese líder?, me aventuro a decir que expandió las posibilidades del
equipo, los hizo darse cuenta que el espacio de lo posible estaba muy al
alcance, permitió que descubrieran y desarrollaran recursos y por sobre todo
ese líder tuvo la capacidad para realizar intervenciones
(conversaciones generativas y acciones) que expandieron sus posibilidades.
Existen muchos gerentes que logran resultados
extraordinarios con sus respectivos equipos, ellos han reconocido la importancia
de la conversación generativa que expande posibilidades.
Esta nueva y necesaria
competencia de un gerente ya se comienza a reconocer y numerosas
organizaciones han comenzado a diseñar e implementar programas de
formación y entrenamiento en estas nuevas competencias.
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